En 1880, Manuel Mendoza decidió apostar por un modelo de negocio hasta ese momento desconocido en España: el de la importación de telas de calidad. Abrió un pequeño comercio en las Siete Calles de Bilbao, hasta el que llegaban los mejores tejidos de Irlanda, Suiza e Inglaterra. Poco a poco, se fue convirtiendo en la mejor casa de telas de la ciudad. Así nace Los Encajeros, firma centenaria especializada en ropa haute couture para el hogar.
“En un primer momento, la tienda funcionaba simplemente como un almacén que servía a los conventos y casas de la ciudad para la confección de sus propias mantelerías, ajuares y ropa de niño”, explican desde la marca. Sin embargo, en 1950, la escasez de costureras profesionales llevó a José Manuel Mendoza, nieto del fundador, a convertir ese establecimiento dedicado exclusivamente a la venta en un taller de confección. De esta forma, empezaron a ofrecer sus propios diseños de ropa para el hogar y lencería.
Posteriormente, en los años 80 tuvo lugar la expansión al resto de la Península. A finales de los 90, María y Mónica, hijas de José Manuel, se pusieron al frente de la firma con un objetivo: llegar a todo el mundo.
Sus principios, crear productos de calidad, con los mejores materiales y siguiendo un método de fabricación completamente artesanal, no han cambiado en casi sus 140 años de historia.
Como en la mejor pasarela de moda, el proceso comienza con la selección del material. Para ello, las hermanas Mendoza acuden directamente al origen en busca de exquisitos linos belgas e irlandeses, organdíes y piqués de primera calidad y el mejor algodón egipcio, entre otras telas con las que dan forma a sus colecciones.
A continuación, los delicados dedos de costureras minuciosas y perfeccionistas dan forma a mano a cada una de las prendas.